Que ninguno se pierda | Cuaderno-Block de Notas - QUE-209

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Que ninguno se pierda | Cuaderno-Block de Notas - QUE-209

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'Que ninguno se pierda' (Mt 18,14). Block de notas A5 de hojas lisas, 144 páginas.
En la portada, la imagen de un mapamundi y la frase: "Que ninguno se pierda". (Mt 18,14).
En la contraportada un texto de Benedicta de la Cruz que expresa la sed de redención. (VER DESCRIPCIÓN)

Dimensiones: 15 cm x 21 cm



'Que ninguno se pierda' (Mt 18,14). Block de notas A5 de hojas lisas, 144 páginas.
En la portada, la imagen de un mapamundi y la frase: "Que ninguno se pierda". (Mt 18,14).
En la contraportada un texto de Benedicta de la Cruz que expresa la sed de redención:

“Los brazos del Crucificado están extendidos para arrastrarte hasta su corazón.
Él quiere tu vida para regalarte la Suya.
Tu Salvador está ante ti con el corazón abierto.
Él ha derramado su Sangre para ganar tu corazón.

El mundo está en llamas.
Pero en lo alto, por encima de todas las llamas,
se eleva la Cruz para extender la Resurrección.
El mundo está en llamas. ¿Deseas apagarlas? Abrázate a Cristo crucificado.

Desde el corazón abierto brota la Sangre del Redentor.
Ella apaga las llamas de todo infierno.
Deja libre tu corazón a Dios, en él se derramará el Amor redentor
hasta inundar y hacer fecundos todos los confines de la tierra.
Tú escuchas el gemido de cada hombre en el corazón de Cristo.
Te conmueve el dolor de la humanidad y deseas abrazar y curar sus heridas más hondas.

¿Oyes el gemir de los heridos en los campos de batalla?
¿Oyes la llamada agónica de los moribundos?
Te conmueve el llanto de los hombres y quisieras ser consuelo y aliviarles, estar a su lado.
Abraza al Crucificado.
Si estás esponsalmente unida a Él, en ti está su Sangre.
Unida a Él estás omnipresente como Él.

Tú puedes socorrer en Cristo aquí y allí.
En el poder de la Cruz puedes estar en todos los frentes,
en todos los lugares de aflicción y esperanza.
A todas partes llevas su Amor misericordioso que derrama su preciosísima Sangre,
Sangre que alivia, redime, santifica y salva.

La mirada del Crucificado está sobre ti y te interroga
‘¿Quieres sellar para siempre esta alianza conmigo?’
¿Cual será tu respuesta?
‘Señor, ¿adónde iremos? Tú solo tienes palabras de vida eterna’.”

Santa Teresa Benedicta de la Cruz.