QUÉ BUENO ES SENTIR SED DE DIOS
Las Constituciones de las hermanas de Iesu Communio se abren con las palabras que el evangelista Juan pone en boca de Jesús poco antes de expirar: Tengo sed (Jn 19, 28).
¿Cuál es el misterio de la sed de Jesús? El grito TENGO SED ha de comprenderse a la luz de la persona de Jesucristo, Dios verdadero y hombre verdadero, a la luz del misterio de su ser. Pero esas Constituciones no hablan sólo de la sed, sino también del don de Dios que sacia la sed, porque de las entrañas de Cristo brotan corrientes de agua viva, las únicas capaces de hacer que los corazones sedientos no se resquebrajen y rompan, las únicas capaces de que el corazón humano descanse, las únicas capaces de hacer fecundos los corazones de los hombres.
JUAN JOSÉ AYÁN
PARA MI GLORIA LOS HE CREADO
En el presente libro se encuentra un tesoro escondido. Si lo encuentras,
algo muy importante ocurrirá en tu vida. De la mano de un corazón creyente, que lo ha aprendido todo en la escuela de los Padres, se hace posible aprender a leer la propia historia desde el principio, encontrar la propia identidad, que nos da la clave para hallar la respuesta verdadera a la pregunta esencial del hombre: ¿quién soy, de dónde vengo, a dónde voy? La clave es la creación: Para mi gloria los he creado. Es éste el renglón donde encaja perfectamente la comprensión de la propia existencia. Conocer quién soy, cuál es el camino y permitir a Dios que culmine su obra, ésa es mi historia de salvación.